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Cuando los grandes se roban las ideas | TikTok, IG Stories, Facebook y Snapchat

Repasamos algunos de los grandes robos de las plataformas más famosas del mundo y nos preguntamos si lo que hacen es moralmente reprochable.

Los nuevos «Feeds» de Facebook llegaron para gritarle al mundo «Miren cómo me robo la idea de Tiktok otra vez y me da igual lo que piensen», haciéndonos reflexionar sobre la situación actual del mercado.

Vivimos entre la imitación, inspiración y el plagio. Ejemplos de robo de ideas hay muchos y se presentan en todos lados. Los programas de TV virales copian a rajatabla a sus «similares» estadounidenses, que a su vez robaron a pequeños exponentes orientales. Las grandes producciones cinematográficas re-bootean y re-fritean incluso sus propias obras. El «estilo» de la música actual justifica que todos suenen como la misma persona y tengan los mismos tópicos. Fortnite se salió con la suya y le comió el mandado a PUBG frente a nuestros atónitos rostros. Incluso la industria de la moda ha topado con pared, y parecen todos estar coludidos en una broma de mal gusto que ya duró demasiado.

A donde miremos hay un imitador. Sea un fenómeno originado por la longevidad de nuestra cultura global (algo nunca antes presentado por obvias razones) o una decisión reiterada por parte de los conformistas que sobre-llevan las industrias, eso no lo sabremos, pero si el vaso no se ha derramado, será en redes sociales donde esto pase.

Snapchat y las Instagram Stories

¿Se acuerdan de Snapchat?

Se trate o no de un concepto simple, Snapchat inventó lo que hoy conocemos como Instagram Stories: esos clips de quince segundos que desaparecen al cabo de 24 horas y se ven con la pantalla vertical (iugh).

Si esta plataforma no pasó a la historia fue por las ratas que le robaron la idea. Tal cual. Instagram tomó su concepto y se lo apropió. Sin más. Frente a todos. Y a nadie le importó.

«Pero es que le movimos aquí o alla». Justificaciones hay muchas, y el conglomerado de Facebook es experto en alegar cuando de plagios se trata (desde su origen), pero hay un hecho muy simple: Antes de esto no existía esto otro, y por lo tanto no se te había ocurrido. Si después, en tu mente «lo perfeccionaste», eso no está a discusión.

Snapchat pasó de la cima al olvido en menos de un año por la jugarreta de su competencia, y hoy los millones de dólares diarios que generan las «Stories» son apenas un sueño para sus verdaderos creadores.

Facebook Stories, WhatsApp Stories, Twitter Stories y más

Y todavía tienen el descaro de explicarnos.

Ya hemos hablado de todas estas con sus cínicos nombres anteriormente. Ya sé que no se llaman así, pero hacer caso omiso a sus payasadas me parece no dignificarlos de la mejor manera. Son Stories porque usaron como prueba las IG Stories, y esta idea fue primigeniamente robada de Snapchat, aunque ahora ya nadie se acuerde.

¿Para qué queremos las Stories en todos lados? ¿Qué nos dan que es tan importante?

Nada. Sencillamente es la manera en la que Facebook nos demuestra su autoridad. Es un golpe en la mesa para que veas quién manda y, «bajita la mano» termines por pensar «bueno, si ellos tienen tres plataformas con Stories, pues deben haberlas inventado».

Twitter hizo las suyas por mera presión de la competencia, hasta que se dio cuenta que no encajaban con su plataforma y las retiró, pero no hay que ignorar la intención.

TikTok y los Instagram Reels

Pero si algo fue el colmo de los colmos fueron los Reels. Otra vez Instagram robó primero, para que MetaPlatforms (Facebook) acabara llevando el modelo al resto de las plataformas, tras evaluar su aceptación.

TikTok llegó de mercado asiático para llevarse cientos de millones de clientes que las ratas avariciosas de Facebook no pudieron tolerar, así que, aunque no salió del todo bien porque TikTok sigue en pie, le robaron la idea una vez más.

Una táctica de negocios por demás baja. Un movimiento cínico que debiera ser castigado por los mismos usuarios, pero que una vez más se vio opacado por el olvido.

«No, pero es que le cambiamos esto o lo otro… otra vez». Es simplemente inconcebible.

«Se me ocurrió algo que le vi hacer a otra persona».

No es que seas astuto, Facebook. A todos tus similares se les ocurre robar ideas, simplemente algunos no lo hacen porque tienen vergüenza.

Es como si un ladrón le dijera a otro:

«Oye, se me ocurrió cómo podemos robar sin represalias»

«¿Cómo?»

«Pues hay que robarle a niños. Es bien fácil, mira, no dicen nada, no hacen nada…»

«Uy, qué listo».

¡Claro! Ese camino existe, pero no se supone que lo tomes, rata.

Los ejemplos de estos robos entre plataformas digitales son cada vez más numerosos y apabullantes, y de la mano de algunos famosos a los que les pagan cinco dólares para promocionar su plagio, todos acaban aceptándolo. Podemos imaginar que en algunos años las cosas para «MetaPlatforms» no pinten muy bien, pues se habrá llegado a consensos que castigarán estas prácticas monopólicas y reprochables, pero ¿Y el daño causado? ¿Y todo lo que habrán ganado?

¿Se acuerdan cuando Mark Zuckerberg robó la idea para Facebook y cuando por fin terminó la demanda le cobraron una multa por una milésima parte de las ganancias obtenidas por su acto inmoral? ¿Estaremos repitiendo la historia?

Cuando los grandes se roban las ideas | TikTok, IG Stories, Facebook y Snapchat

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