Nintendo lanza ocho pistas en 25 dólares y todos le aplauden
Nintendo una vez más hace gala de su sólida base de fanboys con lanzamientos burdos que son recibidos con un aplauso atronador.
¿Qué pasa con Nintendo? ¿Cómo llegamos a esto?
¿Por qué pueden vender juegos cuyos ROMS pesarían 2 KB en 60 dólares? ¿Por qué venden un pase al estilo Xbox Game Pass para jugar dos que tres títulos relevantes con un sistema multijugador risible, y todo aún más caro que las propuestas de Xbox y PS?
En esta ocasión se trata de Mario… pero ¿Cuándo no se trata de él?
Nintendo sabe que tiene una única propiedad intelectual destacable, y contrario a las suposiciones que podríamos hacer, las diabólicas mentes detrás de esta empresa se las han apañado para sacar el barco a flote con ese único exponente, durante más de treinta años.
Mario Kart 8 Deluxe Booster Course Pass ofrece la increíble cantidad de OCHO pistas «nuevas» para uno de los juegos con menos sustancia de la industria, y todo en nada menos que 25 dólares (500 pesos). Claro, al final del año deberían alcanzar un total de 48 pistas, pero ¿En serio? ¿En serio vale la pena? Contenido a cuenta gotas, niveles que quizá diseñaron en media hora, modos de juego aburridos ¿Por qué sigue pasando esto?
El mercado de la nostalgia
Ya lo vimos alguna vez con las moras del recuerdo de South Park: la nostalgia es el agente más poderoso actualmente. Simplemente basta con tomar una pista del Mario Kart de SNES de hace treinta años, retocar los colores, re-lanzarlo adecuadamente, y todas las huestes de esbirros nintenderos lo recibirán con los brazos y las carteras abiertas.
Pero, si los juegos de Nintendo son para niños ¿Dónde está la nostalgia? ¿Acaso son los padres los que lavan el cerebro de sus crías, y originan un monstruo que al final se les saldrá de control?
La compañía, sea como sea, sabe aprovechar hasta el último suspiro de sus franquicias, y parece estar midiendo los límites de sus fanáticos empedernidos. A veces lanza servicios impresentables, otras juegos que deberían ser gratis, vaya, una vez vendieron cartón…
«¡No pueden seguir saliéndose con la suya!»
Pero ¿Qué le vamos a hacer?
Si la Nintendo Switch tiene los specs de una calculadora y la venden al precio de un Xbox One ¿Es culpa de ellos, o nuestra por aceptarlo? Y aunque, como yo, nunca hayas cooperado comprando sus consolas de salón ¿Realmente estamos libres de pecado si tuvimos una Gameboy, una DS, y acaparamos mercancía de Mario y compañía?
No hay escapatoria. Nintendo nos tiene secuestrados, y no es la primera vez que se acaba por desarollar un síndrome de Estocolmo. Mientras algunos pataleamos escribiendo pequeños artículos inconformes, otros aplauden el desarrollo de proyectos sin alma y únicamente orientados al beneficio monetario.
Después de todo, esto es un negocio ¿no?
Hoy es un DLC con mapas y poco más. Mañana son los amiibos, pasado-mañana ¿será que nos venden juegos de cartón de nuevo? Al menos no se puede decir que los de Nintendo sean aburridos.
Nintendo: Cómo lanzar cualquier tontería y que todos te aplaudan
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