| |

El fenómeno Stephen King o cómo vender humo

Ay ya, no sea payaso.

Repasamos algunas de las «grandes» obras de Stephen King y tratamos de responder la pregunta: ¿Este señor es para tanto?

Qué duro es combatir el vaca-sagradismo ¿verdad? Lo primero que pensamos al leer un título como el del presente post es ¿Cómo puede alguien cuestionar al amo y señor Stephen King, el maestro del terror, la leyenda, el mito? No importa si realmente hemos visto o leído sus «regalos» a la humanidad, todo lo que nos rodea nos enseñó desde retoños a defender a este hombre como el ente superior, creador de historias que escapan a nuestra comprensión.

Pero ¿Qué pasaría si nos tomáramos el tiempo de analizar genuinamente las obras que lo llevaron a lo más alto, en lugar de repetir como pericos que es «un dios» sin poder mantener los ojos abiertos durante la versión extendida de seis horas y media de IT?

King no es el primer ni el último escritor que funge como fábrica de trajes invisibles.

«Este libro es increíble, profundo y metafísico, o al menos eso dicen, así que me tiene que gustar, no importa que me haya aburrido».

El argumento de «Si no te encantó es porque no lo entendiste» es el más viejo del repertorio de los snobs, y Stephen King destaca como estandarte.
Hoy te voy a hablar de mi nada agradable experiencia con los peores bodrios de King y sus dos o tres aciertos que de hecho considero destacables. Películas, series y libros, he tenido el infortunio de toparme con su material por una u otra razón a donde quiera que volteo, y aunque no lo he visto todo (por fortuna), sí puedo dar una perspectiva fundamentada. (Y aunque no pudiera, es mi blog ¿no?).

Las vacas sagradas

Desde siempre «los que saben» señalan «El Resplandor«, «IT» y «Carrie» como esas piezas incuestionablemente perfectas que todo ser humano debe amar por su complejidad y profundismo que va más allá de todo lo terrenal.

Tal como cuando una persona dice «salud» al escuchar un estornudo, deberás derrochar cumplidos cuando alguien nombre estos libros y adaptaciones a manera de reflejo, si es que no quieres quedar como «El idiota que no entiende a King» o «El listillo que cuestiona todo sin fundamentos».

Pero ¿Son realmente tan buenos?

Sí. Pero no inherentemente.

Claro que «El resplandor» o «Carrie» tienen grandes personajes y un ritmo envidiable (en papel y en pantalla), pero ninguna se convertiría en leyenda si se estrenara hoy en día. El fenómeno que suscitaron se debió al contexto de su estreno, y cualquiera que diga que estas obras le dieron pesadillas en pleno 2022 estará «quedando bien» al ensalzar lo que cree que debería.

Es importante distinguir cuando una obra contemporánea es mejor que las anteriores para darle el lugar que corresponde. Decir que «Los pájaros» es la mejor película de terror es no ver más allá de nuestra nariz. Si el cine llegó a su pináculo hace SESENTA años y no ha tenido ningún cambio positivo, entonces estamos haciendo todo mal. Con la mejoría constante y el progreso en todas las industrias relativas a la cinematografía, alardear que «antes todo era mejor» es pecar de necio.

Las grandes obras de Stephen King sí, son excelentes, pero es necesario señalar sus carencias; como el poco ángulo en construcción de trama de «El Resplandor», lo rotundamente predecible en «Carrie» y por supuesto el conocido remate de King en «IT» de «Y ENTONCES RESULTA QUE ERA UN ALIEN».

Las grandes empresas (a las que les conviene) han inflado a este escritor para vendernos que «todo lo que hace es bueno», a fin de que cuando algo le pegue ahí estemos parados como idiotas en el cine, pero cuando tenga un traspié miremos a otro lado y hagamos como que nada pasó.

Por cada «buen proyecto», King ha tenido otros diez apestosos. Una de cal por las de arena.

Lo peor que has visto o leído

Este artículo no se trataba tanto de criticar sus genialidades, sino evidenciar lo más nocivo.

«Bajo el Domo» es literalmente, y por mucho, la peor serie que he visto en mi vida. La premisa era excelente, o al menos dejaba volar nuestra imaginación, pero al cabo de dos capítulos se notó que o King estaba estirando la liga para llenar más temporadas o simplemente se le acabó la imaginación en el título. Los personajes son un molde sobre dos patas, los diálogos son infantiles, la producción es tan mala que se vuelve risible, y el argumento en general (si lo hay) es soso y aburrido.
Por supuesto que hay aliens detrás de todo, como siempre.

El fracaso de este proyecto y lo horrorosamente logrado que quedó antes de ser abandonado a medias me parece motivo suficiente para vetar del cine a CUALQUIER responsable, y sin embargo nadie habla de ello; todos hacemos como que nunca pasó aunque es infumable. Tanto así que se le dieron (y dan) más oportunidades:

«The Stand» es otra serie de King, pero aquí se corrigen algunos errores. Los diálogos no parecen hechos por un niño de primaria, sino de secundaria, y la producción cuenta con mucho más recursos. Aún así, no creo que alguien pudiera terminarla, y eso que son nueve capítulos.

«En la hierba alta» es una película que ejemplifica perfecto cuando una idea le queda grande a la mente del escritor. Tratar de navegar en aguas metafísicas es la prueba de fuego para el creador de contenido. O puede demostrarnos que realmente no es tan listo, o dejarnos con la boca abierta. En «La Torre Oscura» lo hizo bien ¿Por qué entonces no lo pudo replicar?

«Elevación«, «Área 81» y «Doctor Sueño» son los libros con menos sustancia que podrás encontrar por Internet… A ver, que tampoco pretende nada, no son novelas ambiciosas que busquen romper esquemas, y nadie le hace el feo a los cuentos de Asimov (por ejemplo), pero entre tramas escritas por un niño amante del cliché y los conocidos aliens, acaban siendo más comedia involuntaria que suspenso de cualquier tipo.

Al final eran aliens

¿Este señor no se sabe otra?

Una que otra vez no hace daño recurrir a ello. Justificando las cosas con anticipo puede que de hecho tenga bastante sentido, pero cuando el 80% de tus giros argumentales son lo mismo, se vuelve impresentable.

En ocasiones siento como si Stephen King tuviera un recipiente con varias ideas escritas en papelitos, y cuando le llega una oferta de cualquier casa productora o editorial saca tres de estos y los amalgama como puede para salir de las prisas. Obviamente el comodín son los alienígenas, ese no está a discusión.

Pero después de todo ¿Podemos culparlo? ¿Podríamos seguir el ritmo frenético con el que nos tratan de vender sus proyectos? Mientras King trata de escribir un nuevo parte-aguas como «La Torre Oscura» y probablemente le llevará diez años, debe sacar otras veinte novelas cortas para seguir manteniendo su estilo de vida, y no podemos recriminarle el usar fórmulas establecidas, sobretodo cuando vemos cómo Hollywood desgasta las propias.

No es tan malo, pero sus fallas son estrepitosas

Sea o no un fruto de la exigencia de sus representantes, King nos ha regalado el peor material imaginable, pero por cada diez obras deleznables hay una que se quedará con el podio, como Shawshank Redemption, la mejor película según IMDB donde ¿Qué creen? ¡No hay aliens!

Quizá con Stephen King nos vendieron humo, y quizá lo sigan haciendo, pero no podremos saberlo a menos que le demos una oportunidad a todo lo que hace, y entonces da igual si creemos habernos quitado el sesgo, pues acabamos en el mismo lugar que si no lo hubiéramos hecho.

El fenómeno Stephen King o cómo vender humo

¡Comparte la nota!

Publicaciones Similares

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.