El científico que hizo pasar un pedazo chorizo por una estrella
Repasamos una curiosa historia de la comunidad científica que surgió como experimento para probar un punto… y lo logró.
Etienne Klein es un físico francés que en días recientes se vio inmerso en una tremenda polémica por esa pequeña «broma» que se salió de control.
Este 31 de julio de 2022, el científico publicó una supuesta fotografía de Próxima Centauri en sus redes sociales, aclamando que de hecho había sido capturada con el nuevo telescopio James Webb (JWST). Este astro en particular y, posiblemente la resolución de la imagen, fascinaron rápidamente a miles de internautas que, sin miramientos, compartieron la publicación en sus portales.
Poco a poco la viralidad de su «broma» fue escalando, hasta que Etienne decidió dar la cara y un paso atrás.
Sobre las «fuentes»
El objetivo principal del científico era demostrar cómo las personas no se toman el tiempo de investigar otras fuentes antes de compartir y viralizar el contenido que se topan por Internet. Podríamos asegurar que tomó con la guardia baja a muchos debido a que por su renombre podría fungir como medio confiable, pero Etienne asegura que le parecía una broma tan evidente y poco imaginativa que pensó que de inmediato todos se darían cuenta de ello y pasarían de página.
“Qué nivel de detalles… Un nuevo mundo se desvela día tras día“, era la leyenda de esta fotografía que acabó por todo Internet como un manifiesto de los puntos flojos de la globalización contemporánea.
Medios como el HuffPost hicieron eco de las palabras de Klein, quien declaró que fue cuando la BFMTV (una cadena de noticias francesa) se acercó para dar difusión a su historia, que se dio cuenta de haber ido demasiado lejos, teniendo que aclarar todo. Para su buena fortuna, parece que todos se lo tomaron con humor.
«Una mentira tiene un valor educativo. Habla de nuestra capacidad de ser engañados, cuestiona nuestra relación con las fuentes”. Menciona Klein.
Un personaje fuera de lo ordinario
Etienne estuvo en el ojo del huracán por un par de días, pero una vez todo se calmó podemos aprender de lo sucedido y cuestionarnos si realmente estamos tan ansiosos de validación que no garantizamos un estándar de veracidad en lo que compartimos, y si esto vale la pena realmente.
Al respecto, en su cuenta de Twitter, el científico declaró:
“Vengo a pedir disculpas a quienes se hayan escandalizado por mi farsa, que no tenía nada de original, podría impactar. Buscaba incitar a la prudencia respecto a las imágenes que parecen hablar por sí mismas. Me sorprendió el alcance de la difusión: pensé que la imagen se detectaría inmediatamente como falsa”.
La broma de un científico.
Hoy fue un pedazo de chorizo con relevancia casi nula, pero ¿Y en otras ocasiones? ¿Será esto una anécdota graciosa o realmente una llamada de atención para todos quienes compartimos nuestros gustos a través de la red? ¿Era tan evidente que se trataba de un poco de comida ahora que lo sabemos?
El científico que hizo pasar un pedazo chorizo por una estrella