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¿Por qué Elon Musk quiere comprar Twitter con tanto afán?

La oferta final por Twitter ha llegado, y la locura se desató en redes sociales.

Elon Musk, el multimillonario CEO de Tesla y SpaceX, ha ofrecido la abultada suma de 43,000 millones de dólares por la totalidad de las acciones de Twitter, algo que se traduce en $54.20 por acción. Y sí, parece que eligió esta cifra simplemente por la referencia universitaria al 420 y su relación con el consumo de ciertas sustancias.

  • Cuidado con algunos sitios de noticias que no se toman el tiempo de aclarar: son 43 mil millones en español, y, como diría cierto ex-presidente, 43 billones en inglés. No vaya usted a pensar que siquiera hay tanto dinero en el mundo.

Musk declaró que se trata de su «última oferta» y supone «un 54% más valor por acción que un día antes de que empezara a invertir en la plataforma y un 38% más sobre el valor un día antes de anunciar su compra públicamente». Esto daría punto final a las críticas por su compra silenciosa del 9.2% en días recientes, que lo convirtió en el mayor accionista de la empresa.

Sobre la oferta, la directiva de Twitter declaró que la «analizarán cuidadosamente».

Elon y la mesa directiva

Poco después de la compra del 9.2%, el millonario declaró públicamente que se subiría al barco y ayudaría a transformar Twitter desde dentro, asistiendo a las juntas pertinentes, una declaración de la que poco después se habría retractado, dado que formar parte del organismo habría limitado su compra de acciones a futuro.

De manera que la oferta anunciada, y el plan de obtener el 100% de la compañía en sí mismo, no es simplemente una ocurrencia, sino que viene gestándose desde hace tiempo.

Aunado a esto, Musk declaró que de no aceptar su oferta «reconsideraría» su participación en la empresa, es decir, presuntamente deshaciéndose del actual porcentaje que ya ostenta.

¿Por qué el afán por comprar Twitter?

En sus propias palabras, declara Elon:

«He invertido en Twitter puesto que creo en su potencial para ser la plataforma de libre expresión alrededor del mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo en una democracia funcional. Sin embargo, desde que hice mi inversión me he dado cuenta de que la compañía no prosperará ni alcanzará este imperativo social en su forma actual. Twitter necesita ser transformada en una compañía privada». TIME Online. Traducción propia.

¿No parece esta la declaración altruista y desinteresada que el mundo estaba esperando?

¿A Elon Musk le interesa tanto la libertad de expresión y el bien común, o tiene algo entre manos?

Algunos especialistas (como en la CNBC) están convencidos de que es simplemente algo con lo que el magnate desea distraerse, buscando un proyecto con horizontes nuevos y que lo desafíe de una manera distinta sin dejar de divertirlo.

Otros más (WIRED) aseguran que es una forma de mantenerse vigente y en boca de todos, puesto que no es ni la primera ni segunda vez que este personaje llama la atención por declaraciones o compras poco convencionales.

Habrá también conspiracionistas que vean en el ahínco de Elon una estruendosa alarma, vaticinando el eventual dominio del mundo. Pero quizá comprar una red social no sería la primera opción que se nos vendría a la cabeza en pos de este objetivo.

La navaja de Ockham

Pero, como bien sabemos: «La explicación más simple suele ser la más probable».

Tal como menciona QUARTZ, las empresas como Tesla y SpaceX exploran sectores comerciales específicos y no tan populares como lo hace Twitter. La influencia que ha ganado Elon Musk en esta red social se ve reflejada en sus más de 80 millones de seguidores. Hace unos años muy pocos conocían su nombre, y hoy, gracias a la cobertura amarillista de cualquier movimiento que haga, sus declaraciones apantallantes y compras impredecibles, es extraño quien no ha escuchado de él.

El discurso de la libertad de expresión puede o no ser sincero, pero en definitiva, los proyectos actuales y venideros del millonario podrían tener una plataforma de exhibición más vasta que nunca, y podría contar con la herramienta perfecta para seguir conectando con el pueblo «de a pie». Se trata de un movimiento a favor de su influencia pública y «Net Worth«.

Además, con las nuevas políticas de Facebook e Instagram que ya con trabajos dejan publicar memes solo si estos no contienen palabras altisonantes, nombres propios, o cualquier referencia por mínima que sea a cualquier sector de la población, quizá Elon Musk realmente puede ver el potencial de Twitter como un rayo de luz entre toda la opresión y el quedabienismo de Meta y Mark Zuckerberg. Hemos visto los tweets y memes polémicos que nos ha regalado, y puede que no se trate simplemente de sacar unas cuantas risas a costa del desdén de algunos, sino tener la posibilidad de hacerlo a criterio propio.

¿Por qué Elon Musk quiere comprar Twitter con tanto afán?

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