Fate: la saga Winx (Reseña/Opinión) Destino
Una reseña y opinión de Fate «destino»: La saga Winx, una serie de Netflix que combina Dark Academia, «Young Adults» y juguetes para niñas, pero no está nada mal.
Basada en Winx Club, una caricatura infantil de 2004 que buscaba simplemente vender más juguetes pero acabó teniendo ocho temporadas y universo expandido, llega a nosotros Fate, una mini-serie de seis episodios que mezcla todo lo que ansían las más jóvenes pero atrapó a miles de adultos con nuevas propuestas.
Como inspiración en el material original tenemos nombres, poderes (a grandes rasgos), enemigos y poco más. La mayor parte de los elementos que conforman este programa son exclusivos para él, y la adaptación live-action le da un giro a la franquicia.
Así que si crees que vas a ver «Barbie Cascanueces» actuado, estás equivocado. Un paralelismo sería una serie donde Barbie caza vampiros y «Cascanueces» es uno que se comió a su familia y desoló al pueblo entero; ahora ella se embarca en una persecución a mu3rte, jurando venganza.
Veamos pues, los puntos positivos y negativos de la serie que apenas lleva una temporada pero ha conectado con el público, y probablemente Netflix no la dejará en paz hasta que el pozo se seque.
«Ya he visto esto antes, pero no podría decir en dónde ¿O sí?»
Otra academia de magia pero ahora enfocada en hadas que dominan alguno de los cuatro elementos, otro camino de aprendizaje hasta la cima, protagonizado por un «elegido» con trasfondo místico. Realmente la premisa no es nada nuevo, pero tampoco podemos señalar con total seguridad en dónde lo hemos visto.
Es verdad que algunas partes de la trama son predecibles, pero la nueva dimensión que se le da a las hadas, los combates viscerales y los enemigos desalmados que acechan, acaban por brindarnos más un espectáculo de acción y suspenso que simples romances en «internados», a los que estamos acostumbrados. De hecho algunos de los fanáticos de la caricatura (porque los hay) le dieron el visto malo al trailer por ser «muy oscuro», hasta que salió la serie y les encantó.
Aunque a todos nos gustaría que los alumnos tuvieran un aprendizaje más realista en televisión, no es fácil equilibrar la balanza de «escenas en clase» con «todo lo demás» siendo que solo cuentas con unas seis horas para desarrollar toda una trama aparte.
Personajes reales y relatables
Obviando un par de excepciones, Fate no cae en los mismos clichés de sus similares, pues construye a sus personajes de una manera más orgánica y detallista. Ninguna de las hadas protagonistas se queda sin desarrollo, y un par de sub-tramas son de hecho interesantes.
Las problemáticas que abordan a los estudiantes se sienten naturales y sin exagerar, mientras la amenaza de los Quemados (unos esbirros diabólicos cuya mordida deriva en una terrible infección), tiene efectos comprensibles en ellos. Ni siquiera los combatientes más fuertes o con más experiencia ponen una buena cara ante sus enemigos, y el miedo los abruma a todos.
El peligro latente es algo esencial en una serie. Si nadie está preocupado en realidad, al espectador le va a dar igual todo, pero si vemos los efectos devastadores del riesgo, al menos se genera una expectativa.
Así mismo, las actuaciones son justas y la conexión entre todos se siente agradable. Quizá es porque el cast es diez años mayor de lo que se pretende, pero logran plasmar emociones de manera óptima.
Si vas a ver la serie por «recomendación» de Abigail Cowen, como yo, deconstrúyete; más allá de eso, el trabajo técnico es destacable.
Si ya tienes Netflix es casi obligada
Jamás podría recomendar contratar un servicio de streaming solo por una serie, y mucho menos si esta dura seis horas, pero si ya tienes esta plataforma, mejor será que te des una vuelta. Es breve, divertida, y el solo poder ver el giro que le dieron a la franquicia desde una caricatura para niñas hasta una serie madura que raya en el terror, será al menos anecdótico.
Ya viene la segunda temporada, y basándonos en la recepción que tuvo la primera, podemos esperar más de Winx, así que para luego es tarde.
Fate: la saga Winx (Reseña/Opinión) Destino
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