Rendirse jamás (Reseña/Opinión) Never Back Down: Un poquito diferente

Que la horrible calidad de la presente imagen no los engañe.

Rendirse Jamás, Never Back Down, Rompiendo las Reglas, Pelea Como Puedas -y cuanto nombre se te ocurra- hoy en las reseñas nada oportunas de Es la tendencia.

La historia ya antes vista. Jake Tyler es un estudiante problema que se muda a Orlando después de una pelea en pleno partido de fútbol colegial. Para su desgracia, el video de dicho encuentro llega a las manos de sus nuevos compañeros, y es suficiente para que le hagan la vida imposible. Porque eso pasa siempre en la vida real ¿verdad?

Lo pequeño que es el mundo y el injustificado odio que le guardan sus colegas son algunos de los elementos más flojos de la película, y aunque a veces la trama se torna tan absurda como su justificación, tiene uno que otro atisbo de innovación.

El género se ha exprimido durante décadas; Karate Kid, Rocky y hasta Pepe el Toro guardan siempre una fórmula inamovible por mera lógica. A saber: nadie quiere ver una película donde el protagonista sea pésimo peleando y pierda todas las competencias. Pero Never Back Down tiene, al menos, un par de giros inesperados que tratan de separarla del resto, y aunque no lo logran del todo, la convierten en un recurso refrescante.

El interés amoroso genérico y el abusivo en turno

Amber Heard interpreta a «la novia» sin personalidad propia, mientras Cam Gigandet le da vida al «Bully» que está enojado por algo que se revela al final pero lo hace insoportable durante dos horas. No hay mucho más que hacerle a las actuaciones o el diseño de personajes aquí. Y si el apoyo se siente inestable, el protagonista nos demuestra cómo se puede triunfar aunque se tenga la gracia de un tronco.

La cinta no es capaz de hacernos conectar con nadie ni nada, y el único personaje realista de «el amigo fiel» se utiliza más como alivio cómico que como herramienta narrativa.

Sin embargo, dejando de lado tecnicismos y obviando el mal gusto del proyecto en general, es una gran película con escenas de acción emocionantes.
Yo sé que no es fácil ignorar las faltas en las que se incurre, pero si puedes sentarte a verla sin expectativas más allá de «pasarla bien un rato» será una grata experiencia.

Las peleas sacan el barco a flote

Como en casi todas sus similares ¿no?

La preparación física, los dobles de acción, las coreografías y todo lo que tiene que ver con los encuentros físicos aquí, es realizado sin desatino alguno. Podemos al menos creer lo que vemos en pantalla con batallas viscerales y ejecución perfecta. Más allá de lo bien planteadas que estén las problemáticas o la profundidad de los personajes, es un cúmulo de excelentes escenas de acción, y para mayor muestra de ello véanse todas las ediciones motivacionales que se han subido a Youtube con su material.

Quizá ponerle más empeño al trasfondo nos habría permitido empatizar más con los personajes, pero ciertamente Never Back Down no le pide nada a clásicos como Karate Kid que son las vacas sagradas de la crítica, aunque tiene exactamente las mismas secuencias de bullying injustificado y el héroe con superioridad moral derrotando al malvado.

La des-conexión con la realidad

Lo que sí es que esta cinta cae en el pozo de siempre: las cosas que pasan en ella, no pasan, realmente.

¿Es tan difícil comprender cómo funcionan las personas? ¿O acaso se exageran las situaciones a este grado para que las entienda todo público? Si no fuera por la gran producción, y que dura casi dos horas, podría decirse que la película fue hecha por La Rosa de Guadalupe.

El protagonista se deja manipular como si tuviera cinco años. El bully agrede a las personas a tal grado que estaría en la cárcel. Los estudiantes se ensañan a muert3 un día, y al otro todo lo contrario, como un banco de nematodos sin cerebro o el «coro» de una tragedia griega. Los problemas de siempre, pues.

No busco que las películas dejen atrás los clichés que las han hecho lo que son, pero llega un momento en la vida en el que ver el mismo problema estúpido resuelto de la manera menos natural posible, te colma el plato.

  • «Mi hermano, sólo cámbiate de escuela».
  • «Ignóralo».
  • «Denúncialo».
  • «NO TE METAS A UNA ACADEMIA DE ARTES MARCIALES PARA GANARLE EN UN TORNEO».
  • «Es un experto y tú acabas de empezar, no vas a ganar»…

… Son la clase de pensamientos que te acabarán invadiendo si no apagas tu cerebro.

Casi spoiler: Cuando el héroe y el villano se sonríen cordialmente luego de que el segundo haya CASI matad0 al amigo del primero, vas a darte una palmada en la frente, pero reitero, la historia no debería ser tan importante ¿o sí?

Palomera y ya

Si lo que buscas es pasar un buen rato, es una película ideal, pero si vas a verla con ojos de escrutinio mejor elige otra. Es una de esas cintas que nos gustan, pero nunca estamos muy orgullosos de decirlo a los cuatro vientos, pues conocemos sus carencias.

Pero ¿qué tiene de malo? Si «We Are Your Friends» o «Baywatch» nos divierten, adelante ¿no? Lo importante de alimentar a nuestro cerebro reptil es saber mantener un equilibrio, no privarnos por completo.

Ve a verla, debe estar en alguno de tus servicios de streaming favoritos, y acá entre nos, no es de esas grandes producciones, así que posiblemente hasta te la encuentres en Youtube, pero recuerda optar siempre por los medios lícitos.

Rendirse jamás (Reseña/Opinión) Never Back Down: Un poquito diferente

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