Ya fueron muchas series de superhéroes ¿No?
Tal parece que «los nuevos años veintes» pasarán a la posteridad como nada menos que la década donde el entretenimiento en pantalla chica exprimió hasta la última gota de contenido que los cómics pudieron aportar.
Los proyectos «originales» de Disney–Marvel, DC Comics, Amazon Prime y hasta Paramount+ recientemente se han reducido a un mol de historias aderezadas con superpoderes y escenas de acción. En este apartado podemos contar The Mandalorian, Halo, Obi Wan, Andor, y claro, las otras diez series de Star Wars y Marvel que se tienen programadas.
Si bien Mando no va a lanzar rayos de fuego por los ojos en un futuro próximo, es un hecho innegable que la estructura, ritmo y propuesta de su serie es muy similar (en algunos casos idéntica, a pesar de lo mucho que nos gusta) a lo que hemos estado viendo una infinidad de veces en últimos años. Todos los señalados en este post, luchen contra aliens o criminales de poca monta, acaban por recurrir a la fórmula que ha estado funcionando tan bien, pero a costa de ofrecernos el mismo producto a quienes estamos moralmente obligados a verlo TODO.
¿Cuándo pasó esto?
Puntualmente puedo señalar, y sin miedo a equivocarme, aquel ya lejano 2015 y su excelente adaptación de Daredevil.
Podrían algunos sugerir «¿Qué me dices del Arrowverse, inaugurado en 2013?» o mejor aún «Smallville inició todo desde 2001″, y claro, tendrían algo de razón. Pero también podríamos recurrir a la risible película «Capitán América» de 1990 como precursora de Avengers: Endgame y nadie podría contradecirnos. Si todos podemos acordar que Iron Man detonó el éxito de los superhéroes en el cine a pesar de suceder «X-men» o «Los 4 fantásticos», no tendríamos por qué negar el mérito que tiene la magnífica primera serie Marvel-Netflix.
Si existe un claro indicativo de que el proyecto Daredevil fue todo un éxito que se empeñaron por replicar hasta el cansancio, es nada menos que la prontitud con la que estrenaron Jessica Jones, Luke Cage, Iron Fist, Punisher y Defenders. CINCO series derivadas del gran acierto de Netflix en apenas un par de años, y a pesar de los elogios de unas, también hay otras que han sido señaladas como un rotundo fracaso.
La culpa la tiene Netflix…
Visto lo visto, la compañía hizo como pudo pero sacó el mayor provecho de la propiedad intelectual que le había cedido Disney y, antes de que el señor Mickey cortara todos los lazos con ellos para tratar de llevarse el pastel completo a su lado, la popularidad de estos shows había crecido hasta lugares insospechados.
Todo el mundo hablaba de Daredevil. Todo el mundo.
Así que «si nuestras historias, simples o complejas, parecen desempeñarse mejor con un poco de superpoderes, vamos a aplicarlo para todo«. Y fue así como nacieron la multitud de propuestas de Netflix:
«Un grupo de jóvenes va a la preparatoria y se enfrenta a un terrible secreto… con superpoderes».
«La familia Pérez vuelve a reunirse para desentrañar un antiguo misterio… con superpoderes».
«Juanito Mangas asiste a su primer día del colegio cuando se da cuenta que no es como los demás… porque tiene superpoderes».
Ya párenle
A este ritmo habrá más series de superhéroes en las plataformas digitales que de cualquier otra cosa, y cada una perderá al menos una pizca de calidad ante la percepción de los televidentes, que tarde o temprano van a necesitar algo diferente.
Por cada proyecto con algo nuevo que contar o una realización pulcra como Peacemaker (que me sorprendió gratamente), hay otros cuantos que ya están desencantando al público más fiel. A nadie le gustó «Falcon and the Winter Soldier«, a casi nadie «The Book of Boba Fett«, y no parece que nadie baje el ritmo.
¿Cuantos desaciertos perdonará el pueblo, teniendo en cuenta los aciertos?
Solo el tiempo lo dirá. Si pudimos ver una disminución de popularidad en tan solo un par de años con Daredevil y compañía, probablemente la mayoría de estas series pasarán al olvido rápidamente y, en teoría, prevalecerían solo las más fuertes. Pero todas esas suscripciones de curiosos ya se habrán pagado, y si el show apesta, las empresas solo lo van a deshechar y seguirán su camino.
Hoy, lo que nos dio The Mandalorian hace que lo insulso de The Book of Boba Fett pase a segundo plano. Hace que veamos Ahsoka o Andor sin poner peros, y si son malas… bueno, ya saldrá Baby Yoda para alegrarnos el día.
Pero no será así para siempre.
Tanto va el cántaro al agua que al final se rompe.
¿Te sientes agobiado por tantas premisas iguales? ¿Te sientes obligado a verlas todas solo porque constituyen parte de la tetósfera? No estás solo.
Ya fueron muchas series de superhéroes ¿No?
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